Ahora con los smartphone, ya no puedes huir del mundo virtual, bueno claro, puedes huir si de repente te da un venate y tiras tu móvil pero ¿Quién va a hacer eso?
Otro aspecto malo, es que primero te acostumbras a hablar con esa persona toooodos los días pero un día, esto empieza a menguar por los motivos que sea y aquí llega nuestra amiga la incomprensión. No toleramos estar días sin hablarnos porque ya no estamos acostumbrado a eso, necesitamos conversación constante, por lo que muchas veces llega un punto en que ya o sólo te ríes o mandas un emoticono porque no sabes que más añadir.
El ¿Tienes MSN? se ha transformado en ¿Me das tu número? Tú claro para no parecer una sosa se lo das, para al cabo de dos días no te hable más, por lo que me pregunto ¿Para que quieren mi número si ya no me va a volver a hablar? Es como lo de quedar para acostaros y cuando lo hacéis una vez, ya nunca más vuelves a saber de él. Si se supone que quieres seguir hablando conmigo pues me lo pides, que te lo has pasado bien pero solo quieres dejarlo en eso, no me pidas el número.
Con la llegada de las redes sociales, el encuentro de la primera cita ha cambiado. Antes cuando quedabas con alguien no sabías nada de esa persona, ahora puedes conocer todos los detalles. Una cosa curiosa me pasó y es que ahora Whatsapp y Facebook al tener el mismo dueño saben con quien hablas o dejas de hablar, así que personas con la que hablas por el móvil si no las tienes en tu "cara libro" te la recomienda como amigo que conoces, así tal cual.
Vamos que estamos apañados para poder escapar de una persona con la que no quieras volver a hablar. Bueno tienes un método muy fácil y que a mí me resulta muy útil, borrarlo de todas partes, serás más feliz y no tendrás problemas de incomprensión.
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