Ausencia
Volvía a tener una cama vacía. Acostumbrada a él, de nuevo tendría que aceptar su no presencia física. Muchas veces había dicho que no volvería a estar en esa situación, pero ahí estaba. El Karma era muy gracioso y más las piedras que se cruzaban en su camino y con las que caía una y otra vez.
Lo único que sabía, era que no se arrepentía de nada.
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