Hacía unos meses que no lo veía, más o menos desde que rompieron su compromiso. Nunca debieron comprometerse, era un error que todo el mundo estaba viendo menos ellos.
-Hola, ¿Qué tal?- le preguntó ella mientras le analizaba de arriba a abajo para ver algún indicio de que algo en su vida había cambiado.
-Muy bien- respondió- Bueno me tengo que ir ya, espero que todo te vaya bien.
-Vale, adiós- dice a la vez que le da dos sonoros besos en la mejilla.
Lo ve alejarse, después de ocho años compartiendo un mismo camino, todo había quedado en eso. En una media conversación de cortesía que tendrías con tu vecino de arriba. Agitó la cabeza y dejó que sus pensamientos más malignos se alejaran.
Miró al frente y siguió su camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario