Érase una vez una princesa que no quería ser salvada por un príncipe, sino ser ella la salvadora por una vez. Cogió sus pertenencias más queridas y se dirigió a la puerta, podría salir sola del castillo sin que nadie le viese.
Corrió por el bosque con todas sus fuerzas y fue corriendo a enfrentarse al destino que ella había elegido.
¡Ole! Di que si,Felicidades princesa :) jajajaja
ResponderEliminarJajajajaj ¡muchas gracias!
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