A primera vista parecía una chico amable, algo tímido pero que al conocerlo más, no tendría ningún pelo en la lengua. Físicamente era mono, pero no era un guapo que te dejase sin respiración, lo prefería así que luego lo más guapos, eran los menos soportables.
Se sentaron en una mesa y comenzaron a charlar. Pasaron las horas y se dio cuenta de que no quería seguir conociéndole. Lo había intentado, el chico era un encanto, pero no para Ella. Eran demasiado diferentes y siempre se decía que cuando una persona era para tí, se notaba desde el minuto uno, y Ella no había notado nada.
Levantó su mano para despedirse y se fue, por lo menos lo había intentado.