Un sol radiante salió ese día. No se podría creer su suerte, hacía varios días que el pobre no podía brillar por culpa de ciertas nubes. Ella se dirigió rápidamente a por su móvil, no podía esperar ni un segundo más para llamar. Un tono, dos tonos, tres tonos, al cuarto tono decidió colgar; ya lo intentaría más tarde. Cogió su portátil y mientras desayunaba decidió mirar su correo, y ahí estaba, le había escrito y por eso no le cogía el teléfono. No sabía si leerlo o no, pues en esas letras estaba escrito su futuro con Él. Al final su curiosidad pudo más que su estado de nervios. Lo abrió y comenzó a leer. Y de repente comenzó a reír con todas sus ganas para dejar salir toda la ansiedad que le corría por el cuerpo. Por fin podrían vivir en la misma ciudad, le habían trasladado y Ella no cabía en sí de júbilo.
Su relación a distancia por fin había acabado.
Que bonito,ahora sol falta que en la convivencia sean compatibles porque si no ...
ResponderEliminar