"Uhmmmm, quiero atraer a gente clara, quiero atraer a gente clara, uhmmmmm"- se repetía como un mantra todos los días.
Siempre que conocía a alguien nuevo, le dejaba entrar para que luego desapareciesen, como si nunca se hubiesen conocido. Estaba harta.
El amor era todo una gran mentira que las películas querían venderte como si fuera lo más maravilloso del mundo, aunque después de que ella lo probase, algo de razón tenía. El problema que ella veía es que encontrar a alguien para compartir algo más que cinco minutos estaba complicado y más en un mundo donde las prisas predominan, y ya la gente no se tomaba el tiempo suficiente para conocer a alguien de verdad.
La conclusión que sacaba de su pequeña reflexión es que el mundo está lleno de capullos que estaban haciendo que ella se convirtiese en una capulla más.
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